Hablar demasiado puede tener consecuencias negativas:
- Agota a los oyentes y reduce su interés en la conversación.
- Impide escuchar y aprender de los demás.
- Puede llevar a revelar información privada o inapropiada.
- Suele ser percibido como falta de consideración o egocentrismo.
Así que presta atención, escucha, es tan fácil…., y tan difícil.